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El técnico de Comunicación Guillermo Utrera durante una entrevista

A parte de los mensajes de autobombo, nuestra sociedad necesita pedagogía ante ciertos cambios y explicaciones ante una situación económica compleja. Algo que justificaría los pingües salarios de los asesores públicos.

Hoy reunimos la defensa profesional a una disciplina cada día más reglada como es la Dirección de Comunicación y los Gabinetes, denostada por algunos políticos, así como sus acólitos colocados a dedo.

La intrahistoria de Comunicación del PP de Chiclana ha pasado por tres fases: La trasgresora hacia el poder establecido, la fase reformista y después la comunicación de asentamiento. Un recorrido donde se ha observado el establecimiento del amiguismo frente a la profesionalidad, donde se ha roto con la parte transgresora, para contratar el "seguidismo". Esta metamorfosis forma parte del proceso lógico de la rebelión en la granja, donde antes era rentable la protesta, ahora es una molestia. Podríamos añadir la fase actual, la que otroga verdadero mando a una administración, ya que con presupuesto, hay clientes, con clientes, Status Quo.

La propia oposición mantiene una guerra contra la “ineficacia” y los "errores" del Gabinete de Prensa, a la vez que se relame. La secretaria local del PSOE, Candida Verdier, recordaba que no se puede vender la gestión rutinaria, "el arreglo de un conducto de agua en el Puente Chico" o "La vigilancia policial a la salida de los colegios".

La prensa "por los suelos", de fondo la Jefa de Prensa, María Carmen Meléndez. Foto: Paco López

"Desde hace años mi entusiasmo sobre el estudio de la Dirección de la Comunicación me hace anotar algunas perlas"

Unir las siglas de dos partidos en una sede no sólo supone una falta de respeto al votante. Tras la constitución del pacto de gobierno cambian por una falta de respeto al ciudadano, separándolas en nota de prensa: "Ernesto Marín (PP), y Marisol Ayala (PVRE)", como sí de dos entes de gobierno diferentes se trataran, la poca puntualidad en las convocatorias es una constante, hacen de agencia de la Asociación de Parados, mala Relación Institucional con la Junta de Andalucía, creen que algunos actos están politizados y no acuden, protocolo inexistente, no hay secuencia de actos o poca coordinación con los promotores de los actos, oposición a la oposición (gabinete para responder al PSOE), abuso de actos intrascendentes (inauguración de un aparcamiento de bicicletas), y se prescinde de un técnico municipal en Comunicación como Fabián Santana.

Las notas del PVRE apuntan al cumplimiento de la legalidad, como si eso fuera una excepción. Burocratizan la relación con los medios provinciales, y las entrevistas en radio. No hay ideas de puesta en escena, ni se cuidan las ubicaciones, así como los condicionantes de sonido o luz. La Sala de Prensa sigue siendo un desastre para los medios audiovisuales, ya que no se tienen en cuenta las necesidades de la Radio o la Televisión. No hay un Plan de Comunicación y de Marketing, no conocen el Derecho a la Protección de Datos, difundiendo los datos de un vecino que iba a ser desalojado por EMSISA y a la vez no conocen el Derecho a la Propia Imagen del Menor, desautorizando la cobertura de una concentración de jóvenes en un baile multitudinario convocado por el mismo gabinete.

La falta de Comunicación Interna entre delegados y Alcaldía (sin coaching o asesoramiento) evidencia la falta de control entre los diferentes reinos de taifas. El extraño mix entre Secretaría, Gabinete de Alcaldía y de Prensa, desordena tareas que están diferenciadas en todos los ayuntamientos de España. La falta de unificación de criterios de los mensajes en redes sociales o en la propia redacción de las notas de prensa hacen el resto.

 La necesidad de centralizar las habilidades directivas en una sóla persona, podría ser la clave para evitar este "descontrol" (Modelo Jorge Moreno en Cádiz). Un Ayuntamiento no es una empresa convencional, aquí el "patrón" debe delegar y confiar en sus propios concejales o en los técnicos, que tantos años llevan tomando el pulso a la Res Pública, lo contrario son torpezas propias de una actitud cainita y acomplejada.

"El hacer saber es tan importante como saber hacer". Con estos argumentos defiendo una labor como la de los Gabinetes de Comunicación, compañeros que intentan arrojar luz y conocimiento tras tantos años de formación y experiencia, y que son relegados al ostracismo tras ser imitados por la  "dedocracia".

Santiago Laz 
Periodista 
Dircom
UCM